Las motivaciones
Como
hemos visto, no todos comienzan de la misma manera. Para Pinter los motores
productivos fueron la excitación y la frustración. Además, parte de un tema y
se deja llevar por la escritura misma, sin plan pre-determinado, salvo una
tenue idea.
Mailer
habla de algo mínimo que crece y que perdura mucho tiempo en su mente; lo
refuerza con la lectura de distintos libros.
Jack
Kerouac, por su parte, insinúa que lo que comúnmente llamamos inspiración es
para algunos, como para su amigo, el escritor Burroughs, la capacidad de estar
alerta:
“Burroughs y yo
estábamos sentados en un bar una noche y oímos decir a un presentador de
radio.. ‘Así que los egipcios atacaron, bla, bla, bla, bla... y entretanto hubo
un gran incendio en el zoológico de Londres y el fuego se extendió por los
campos y los hipopótamos murieron cocidos en los estanques. ¡Buenas noches a
todos…!’. Ese el Bill, advirtió Burroughs. Y es que siempre se da cuenta de las
cosas.”
Erskine
Caldwell se hace preguntas mientras viaja en un autobús:
“Ves en la
calle un autobús escolar y te preguntas adónde irá. Después te imaginas una
escuela, y una maestra. Bien, ¿y quién es esta maestra? ¿Qué aspecto tiene? (…)
Entonces te acuerdas de algunas de las maestras que tuviste cuando eras
pequeña. Y así todo el rato.”
La sugerencia:
Averiguar
a partir de qué escriben los escritores y probar sus mecanismos hasta dar con
el nuestro.
La lectura
La
llamada inspiración puede surgir mientras leemos. Se suele aconsejar a quienes
escriben que lean lo contrario o lo diferente al género que practican como vía
motivadora. Así, si escribimos poesía, es estimulante la novela o el ensayo; al
revés, si escribimos novela conviene leer un poema o una disquisición para
abonar nuestro campo creativo.
Al
realizar dichas lecturas no es necesario entender lo que se lee. Basta con
recibir un discurso diferente al que vamos a utilizar. Porque lo verdaderamente
impulsor son las constelaciones de palabras que recibimos durante esos
momentos.
Leer
será un camino hacia la aparición de esos soplos aparentemente mágicos y un
modo de materializar nuestras ideas que, como comprobaremos, no surgen de la
nada.
La sugerencia:
Leer
pequeños trozos, levantar la cabeza de la página y apuntar la primera
ocurrencia que venga a la mente.
Jack Kerouac (1922-1969) novelista de la
“Beat Generation”.
Recapitulando…
1 No hay creación
de la nada.
2 La inspiración es el trabajo realizado por uno mismo, no por
la musa.
3 La inspiración
puede ser curiosidad creativa.
4 Las
actividades básicas de la escritura son:
ver
atender
evocar
sentir
afectos
5 No confundir
percibir con inspirar. Percibir es reconocer, identificar.
6 Recordar abre
un extenso abanico de posibilidades creativas.
7 Tanto el amor
como el odio pueden ser motores creativos.