domingo, 19 de octubre de 2014

Arte Poética – Las claves de la poesía




Para la pregunta: "¿qué es un poema?", las respuestas dependen del poema específico. En cuanto a la generalidad, el poema es producto de un ámbito cerrado en el que prevalecen las imágenes y no un argumento. Es un hecho de lenguaje. Si se varía su organización verbal, el lenguaje, varía el poema. Pasa igual en un cuento o en una novela, pero la poesía logra hacernos vislumbrar aquello que, si lo dijera, el poema dejaría de serlo: un poema incita. Incita al lector e incita al poeta que lo escribe con una carga singular que lo lleva a buscar el modo más exacto de dar sentido. Es como una relación de ida y vuelta entre la materia y el ser, el ser y la materia. ¿Pero qué aspecto prevalece para unos y cual para otros?


Nociones poéticas

Hay una serie de condiciones que permiten que la poesía se deslinde de otras clases de discursos. Estas condiciones no son absolutas ni exclusivas pero conviene reflexionar mínimamente acerca de ellas para ampliar nuestras posibilidades de producir poemas de una manera propia.
En este sentido, dichas condiciones son:

·        Discurso objetivo
·        Tensión creativa
·        Dominio del espacio
·        Trabajo del lenguaje
·        La palabra como tema
  • La estructura rítmica

Veremos someramente cada una de ellas como una primera aproximación a camposen los que, de manera paulatina, iremos profundizando.

Discurso objetivo

La poesía implica un discurso objetivo y, al mismo tiempo, la actitud más subjetiva del autor. Corresponda o no a un instante sentimental -en cuanto a sentimiento- de un hombre o una mujer determinados, es la expresión de la subjetividad. Sin embargo, no es subjetivo lo expresado. En el poema no encontramos un fragmento de la vida del poeta sino una realidad transfigurada.
Siempre es un contenido ficticio el de la poesía. Podrá presentar la realidad histórica de un ser humano o a ese ser humano viviendo un punto de tensión determinado por circunstancias sociales o individuales, pero incluso así el poema como tal es objetivo.

Tensión creativa

En un poema se habla de tensión como concentración del sentimiento. Para el autor, es el instante en el que se cruzan una serie de fuerzas internas que provocan la escritura concentrada del poema. En el poema, es la concentración misma lo que genera una cierta manera de tensión que el lector percibe. Precisamente, la percepción de la tensión es un factor que nos permite disfrutar más de dicha lectura.

Dominio del espacio

Los materiales con los que trabajamos en un poema, es decir el lenguaje, las palabras, los blancos entre palabra y palabra, entre verso y verso, entre estrofa y estrofa, se cargan de sentido de acuerdo a cómo los distribuimos en la página.
Este aspecto se da, en realidad, en cualquier tipo de texto. Por ejemplo, en este mismo texto explicativo, hemos distribuido en el espacio los términos hombre y mujer tal como se puede observar en el apartado Discurso objetivo. Nuestro proceso previo fue el siguiente:

1  Nos planteamos escribir sólo "hombre" como abarcador de ambos géneros.

2  Después pensamos en escribir hombre y mujer entre paréntesis, dando el segundo término como sobreentendido: "hombre (o mujer)".

3  En tercer lugar, escribir primero mujer y luego hombre: "mujer u hombre". ero nos sonaba arrítmico.

4  Escribir "hombre o mujer". Es lo que hicimos.

Cada una de las posibilidades anteriores de distribuir las palabras en el papel llega al lector de una manera distinta. Por eso dudábamos.
Al mismo tiempo, hay otra cuestión que desarrollaremos en otro momento: depende de quién sea el lector, así lo leerá.
De todos modos, al escribir poesía no debemos pensar en el lector, sino ser lo más auténticos posible con nosotros mismos y nuestro lector interno. En función de ello se espacializa el poema y se consigue el sentido.

Trabajo del lenguaje

El extremo opuesto a la inútil preocupación por el lector que podemos tener al escribir poesía, es intentar la poesía pura.
Los que lo intentaron reivindicaron a Góngora, entre otros, quien trató de suprimir todo aquello que lo alejara de la pura estética. Redujo lo que pudiera parecer argumental y jugó con el lenguaje hasta las últimas consecuencias.
Otros intentos fueron la escritura automática y las palabras en libertad de los dadaístas, de los surrealistas y las jitanjáforas.

La palabra como tema

Una única palabra puede constituir el poema. No sólo cuenta por sí misma sino que al mismo tiempo aumenta sus posibilidades de significación si la contextualizamos como verso.

Por ejemplo:

Nada
nada
nunca
no.

Al mismo tiempo, una sola palabra puede contener en sí misma una actitud del hablante. Así lo expresa Kayser:

"Una exclamación en que se manifiesta dolor, júbilo, queja, representa, por consiguiente, el fenómeno primitivo de lo lingüísticamente lírico: en la interjección ¡ay! está, por decirlo así, la raíz de todo lo lírico. Del mismo modo, en una exclamación instigadora puede verse la célula embrionaria de lo dramático y en e gesto indicador del ¡he ahí!, la célula primaria de lo épico.
El discurso poético desvela el contenido emocional de las palabras. En este punto es lo opuesto al discurso científico.
El contenido emocional se vincula con nuestros recursos más primitivos o los instintivos. Pero (...), el lenguaje poético aprovecha la falta de firmeza de las palabras, despierta perspectivas latentes y vivifica los contenidos emocionales que viven en ellas. La lengua en sí misma está llena de poesía.

La estructura rítmica

Sea cual sea la estructura de un poema, la medimos con los ojos. La más fácil de entender es la estructura externa. A veces son estrofas; otras se trata de una disposición tipográfica singular; la estructura externa de un poema tiene muchas variedades.
Podemos separar la estructura externa de la interna que es la correspondiente al ritmo. Seguir el ritmo de un poema es una actividad que se puede comparar con la de alguien que escucha hablar en un idioma que no entiende pero que capta un cierto ritmo.


Los recursos del poeta



La escritura como transgresión: Stéphane Mallarmé  

Mallermé es un revolucionario en el campo de la escritura. No acepta la división de los géneros. Postula la impersonalidad del autor y la supremacía de la palabra. Con Mallarme el pienso, luego existo de Descartes se convierto en escribo, luego pienso en la pregunta ¿quién soy?

A partir de los postulados de Mallarmé, en la segunda mitad del siglo XIX, se encara de otro modo la literatura en general, no sólo la poesía. Según él, cada texto es diferente, porque diferente es el aliento de cada individuo que escribe

La ruptura de la lengua

Al verso, Mallarmé lo llama línea perfecta:

"La forma llamada verso es sencillamente por sí misma la literatura; verso hay tan pronto como se acentúa la dicción y ritmo cuando se acentúa el estilo"

La garantía de la técnica es para él la sintaxis. Vale tanto lo escrito como lo blanco, el silencio. En El golpe de dados expresa la pura literatura. Evita el relato. Es nadie -no hay referencia al hombre- en un mundo jugado a los dados:

"Un golpe de dados no abolirá el azar"

Juego, azar, mundo y pensamiento explosionan en la frase, que no quiere ser la expresión de alguien ni alguien expresándose a través de la frase. El lenguaje está allí; el emisor y el receptor quedan fuera.
Obsesionado por la destrucción verbal convierte la mayoría de sus obras en reflexiones acerca del hecho poético mismo. A pesar de todo, o tal vez como otra herramienta de investigación, Mallarmé suele utilizar la rima como elemento rítmico. Para ejemplificarlo, veamos uno de sus poemas directamente en francés, la lengua original, que no hemos querido traducir para respetar todo llo expuesto más arriba:

Tout l'âme résumée
Quand lente nous l'expirons
Dans Plusieurs ronds de fumée
Abolis en autres ronds

Atteste quelque cigare
Brûlant savamment pour peu
Que la cendre se sépare
De son clair baiser de feu

Ainsi le choeur des romances
À la lèvre vole-t-il
Exclus-en si tu commences
Le réel parce que vil

Le sens trop précis rature
Ta vague littérature



 Ahora es vuestro turno, queridos míos... ¿Opiniones, reflexiones?