viernes, 22 de marzo de 2013

Secretos y recursos de la creatividad – Ideas para escribir - parte 2




Las ráfagas de Truman Capote
“Invariablemente tengo la ilusión de que la acción de una historia –el comienzo, el medio y el final- tiene lugar toda a la vez en mi mente… que la veo toda entera en un instante. Pero a la hora de ponerla en marcha, de escribirla, ocurren infinitas sorpresas. Gracias a Dios, porque la sorpresa, ese giro, la frase que llega de ninguna parte en el momento justo, es el beneficio inesperado, ese pequeño empujoncillo regocijante que va manteniendo en pie al escritor.
Hubo un tiempo en el que solía utilizar cuadernos de notas para escribir bocetos de historias. Pero me di cuenta de que hacer eso era  un poco como matar la idea de antemano en la imaginación. Si el concepto es lo suficientemente bueno, si de verdad te pertenece, entonces puedes olvidarlo… te perseguirá hasta que lo escribas.”



Improvisar o planificar

Existen fórmulas distintas de creación, a veces complementarias. Las aglutinamos en las dos más abarcadoras:


  • Improvisar
  • Planificar



¿Cuál es nuestra preferencia?

Improvisar es ir a la deriva, dejándose llevar por el azar.
Improvisar es dedicar demasiado tiempo a acopiar ideas; tiene sus ventajas y sus desventajas. La ventaja es que a la hora de la escritura definitiva, especialmente en los textos informativos o argumentativos, reduce nuestra tarea y nos proporciona más pistas. La desventaja es que puede ser un sustituto del bloqueo: nos detenemos en lo que hay alrededor del texto en lugar de entrar en el texto. El otro peligro es que nos disperse.
Improvisar es hacer una cosa de golpe, sin preparación alguna. Lo contrario es reflexionar.

Planificar es organizar, previamente a la escritura del texto, los materiales que lo constituirán. Es trazar un plan, es organizar las ideas y decidir el tono en que se va a narrar.
Por lo tanto, planificar es reflexionar.
Hay quienes planifican mentalmente. Esta forma les puede llevar hasta meses y años, pero al escribirlo consiguen una coherencia total, nada sobra ni nada falta.


La sugerencia:
Aunque se prefiera planificar, la improvisación es una actitud liberadora y nos puede aportar material inesperado.


Se puede:


Planificar directamente

o

improvisar como si fuera un puzzle

y después

reescribir en base a una planificación previa

o

improvisar directamente y que el texto resulte coherente pues respondemos a una organización mental en torno a la idea fundamental y su conexión con las subsidiarias



Poner título

Poner título es una operación contradictoria. Es imposible poner desde el inicio un título definitivo. Pero como síntesis previa a la escritura puede funcionar y ser un dispositivo al que recurrir durante el proceso.
Incluso, se puede trabajar con subtítulos. Hacerlo contribuye a evitar la parálisis, el bloqueo producido cuando nos enfrentamos a una idea interminable, que no se interrumpe nunca y que finalmente acaba agotando nuestra capacidad de asociación. En cambio, los subtítulos actúan como una especie de corte y, en este sentido, nos ofrecen disparadores variados para un mismo texto.

lunes, 18 de marzo de 2013

Secretos y recursos de la creatividad – Ideas para escribir - parte 1



Ideas para escribir

¿Dónde habitan las ideas que canalizamos en la escritura? ¿Cómo se apela a ellas? ¿Qué procedimientos empleamos?
Ideamos tenemos todos, pero no todos las atrapamos a tiempo. Y si las atrapamos, cada uno lo hace a su manera. Captar cómo lo hacemos e incrementarlo nos permite aprovecharlo mejor. Intuición, experiencia, experimentación, juego, observación, son algunos de los fenómenos impulsores.
Improvisación o planificación son los procedimientos generales de acopio de ideas.
Aquí vamos a encarar ambos aspectos: los impulsos y los procedimientos como vías para la elaboración del texto.


Las ráfagas

A veces, las ideas pasan por la mente como ráfagas. Y creemos que se nos escapan. Pero las ideas vuelven. Ya lo han advertido muchos escritores. Truman Capote, por ejemplo, que decía que cuando se le ocurría algo nunca lo apuntaba inmediatamente, sino que lo dejaba sedimentar pues lo verdaderamente potente siempre vuelve.
Es como un tamiz: a través del colador pasa el polvillo, pero la pulpa queda y es lo que se explota. Por eso, Capote en lugar de apuntar esperaba. Mientras tanto, de esas ráfagas que nos asaltan podemos rescatar:

La sensación que
percibimos al vuelo

Astillas generadoras
de otras ideas diferentes

Se trata de trasladar sensaciones y astillas al campo del lenguaje. Es un modo de establecer una cita con las palabras. A veces el camino es más importante que la meta. En este caso lo es: recoger las astillas nos permitirá encender el fuego; captar las sensaciones será útil para hacerlo con energía.

La sugerencia:
No tratar de apuntar la idea que nos sobreviene completa, sino sus resonancias.



Las “astillas”

Confeccionar una lista de sensaciones, que aunque no nos sirvan por sí mismas sean aptas para caracterizar personajes, acelerar enigmas, etc., es una posibilidad. Otra es confeccionar una lista de asociaciones; o sea, de astillas.
Lo que llamamos astillas son señales, indicadores. Sucede en cualquier momento y en cualquier lugar: mientras trabajamos, mientras comemos, mientras paseamos o mientras dormimos; es conocido el comentario de los escritores acerca de que en el duermevela se les superponen las ráfagas de ideas y les resulta perentorio levantarse a escribir.
Las llamamos astillas porque, como tales, son trozos pequeños de una totalidad. Para ejemplificar este caso utilizaremos el comienzo de Gansos salvajes, de Louise Erdrich:

“Los viernes por la mañana voy a la laguna con mi hermano Eli a esperar que las aves desciendan. Nos hemos construido un pequeño escondrijo. Eli tiene un sexto sentido y una puntería que yo no puedo igualar, pero es tímido y no le gusta hablar.”

Las astillas de las que surgió el cuento podrían ser:

·        Astilla 1:
El autor leyó en el periódico la noticia de que un hombre asesinó a su hermano.
La noticia le causó horror y el horror le produjo la necesidad de contar lo contrario: dos hermanos aliados.
La astilla, o sea la señal, es la visión del crimen, pero también (y aquí coincide la astilla con la sensación) es el horror.

  • Astilla 2:
Asesinar = cazar = cazar aves: esperan las aves para cazar.
Es decir que podía haber relacionado lo del asesinato leído en el periódico con la caza, y a la hora de producir el cuento aprovechó esa astilla para unirla a la anterior y utilizarla como nexo entre los hermanos.

  • Astilla 3:
Esta señal podría haberla recogido mucho antes o mucho después de las anteriores, pero a registró para utilizarla cuando le conviniera.
Vio un hormiguero mientras atravesaba un parque.
Relacionó el hormiguero con un pequeño escondrijo que luego incorporó a la historia.

  • Astilla 4:
Recordó a un amigo de la infancia que era como su hermano y hablaba poco. Un recuerdo puede provocar una astilla.
Lo aplica al personaje y de aquí podría surgir la idea de que a Eli no le gusta hablar.



La sugerencia:
Una vez apresadas las resonancias de las ideas, conviene ordenarlas para su futura incorporación en un texto.

viernes, 15 de marzo de 2013

Arte Poética – La canción


Consideramos que la canción –la más auténtica de las actitudes líricas tradicionales- es un auténtico campo de experimentación dentro del infinito ámbito de la poesía. Imprescindible a la hora de investigar cuál es el ritmo poético que más nos define. Además, es una forma motivadora, un medio entre otros, de expresarnos libremente, aunque sea un subgénero cuyos versos se atienen a reglas.
A la canción corresponde la pura interioridad, en ella el yo y el mundo se funden. Algunos poetas la llaman “rimas”; otros “sonetos”; otros, “poemas”; pero casi todos en todas las épocas han compuesto canciones.


¿Es libre o limitada?
Hasta la primera poesía del romanticismo, el poema fue incapaz de liberarse de los límites normativos. Pero estos límites formales no determinan su calidad ni su libertad. Por eso, en realidad si repetimos con Dámaso Alonso que el ritmo es la esencia misma de la poesía, es su única y verdadera realidad y es el factor esencial de distinción de la realidad poética colada por cada autor, la división entre verso regular y verso libre pasa a ser relativa. Lo que la caracteriza es la actitud subjetiva absoluta del poeta.
Es decir que nos permite expresar, con la mayor intensidad, el estado de ánimo. Dos ejemplos, entre otros, son los de Bécquer:

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
-¡Ay! –pensé-. ¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: “¡Levántate y anda!”



Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas,
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de donde estaba (…)

Las imágenes objetivas no existen; hasta el muro es un muro personal y los objetos son expresiones de un sentimiento.


El proceso

El proceso lírico de la canción se desarrolla siguiendo una especie de círculo:

  • Hay un movimiento rotativo en torno del estado de ánimo.
  • El centro del círculo podría estar señalizado por el secreto íntimo del poeta.
  • Hay una serie de palabras-clave que, con frecuencia, tienden sus hilos hacia el centro.
  • La repetición de palabras-clave es un modo de apelar a la circularidad: entre una y otra palabra repetida se puede diafragmar en círculo.

Por ejemplo, lo podemos observar en un poema de Goethe:


Sobre todas las cumbres
reina la paz.
En toda la enramada
apenas sentirás
algún hálito leve.
No turban las aves del bosque la quietud.
Espera, muy en breve
tendrás paz también tú.


Si bien parece que el poeta se refiere al paisaje, el movimiento circular cuya palabra clave es paz, nos remite hacia el interior del sujeto.

Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)


Los recursos del poeta




El desafío permanente: Sylvia Plath

Sylvia Plath fue una poetisa americana, muerta prematuramente. En sus poemas expresa toda la pasión y la violencia que sus biógrafos atribuyen a su personalidad fluctuante entre la vampiresa vehemente y la monja virtuosa.
A través de determinados mecanismos textuales, percibimos una subjetividad cuyo objetivo primordial era entregarse a los hombres a modo de lucha, de choque. En vida, sólo publicó un libo de poemas, Colossus. Su marido, el poeta Ted Hughes, recopiló los poemas que se  publicarían póstumamente.

Sus recursos principales

La coincidencia entre los poemas de Sylvia Plath está dada por:

·        El verso libre. Son versos mayormente reunidos en estrofas de dos a cinco líneas y llegan a tener hasta quince estrofas.

·        El vocabulario elegido indica violencia o desesperación:
Ejemplos: escupitajo, drogada, feto, fuerza, funeral, sangre, disolución, muerte, gusanos, voraz, etc.
O va referido al sexo:
Ejemplos: matriz, vaina, impotente, sexuales, violada, etc.

En sus poemas, donde arrastra las palabras con una fuerza arrolladora, utiliza frecuentemente el interrogante. En algunos casos estos interrogantes aparecen como un desafío, en otros como una pregunta inocente.
Veámoslo.

En Carcelero, poema que su marido excluyó de su publicación, los interrogantes que aparecen son los siguientes:

  • ¿Acaso esto es todo lo que el menea-llaves
Puede llegar a conseguir?
  • ¿Qué he comido?
  • ¿Cómo he llegado hasta aquí?
  • ¿Qué seria de las tinieblas si no se alimentaran de fiebres?
  • ¿Qué sería de la luz sin ojos que acuchillar?
  • ¿Qué sería de él, de él sin mí?






Taller de poesía

Propuesta 1 Versear

Distribuir en versos la siguiente prosa y convertirla en poesía.

Nobleza

Antes de atravesar la puerta del jardín, el forastero supo que había caído bien al Duque. Una corriente de simpatía se estableció inmediatamente entre los dos.
Durante tres largos días pasearon juntos en silencio. Acompasando el paso, cada uno ensimismado en sus propios intereses, se detenían al unísono a oler el mismo tomillo y a beber de la misma fuente.
Acrecentada por los sucesivos encuentros, la amistad se perpetuó mientras ambos vivieron.
Aquel mastín blanco tenía una verdadera y auténtica nobleza.

                                                                                                       Alfonso Colodrón


Propuesta 2 Negaciones

Escribir un poema de once versos en el que cada uno de ellos comience con la palabra NO.


Propuesta 3 Partir de una idea

Escribir un poema a partir de las siguientes ideas a elegir:

-         Los barcos atraviesan el horizonte.
-         Los trenes construyen el infinito.
-         Los aviones dividen en dos tu alma.
-         La carreta de tus sueños te espera.
-         Los patines de tu adolescencia.

Propuesta 4 Fonético

Escribir un poema sin utilizar las letras de la línea del medio de la máquina de escribir:

a, s, d, f, g, h, j, k, l, ñ

sábado, 9 de marzo de 2013

Leer para escribir – Ray Bradbury – Aceptar la cercanía del diablo




“¿Qué es lo que más quiere usted en el mundo? ¿Qué ama, o qué detesta?
Busque un personaje como usted que quiera algo o no quiera algo con toda su alma. Dele instrucciones de carrera. Suelte el disparo. Luego sígalo tan rápido como pueda. Llevado por su gran amor o por su odio, el personaje lo precipitará hasta el final de la historia.”

                                                                                                          R. B.



1  La credibilidad

Bradbury trabaja, a través de la ciencia ficción, un mundo futuro; por lo tanto, ficticio. Sin embargo, consigue que el lector le crea. Los relatos fechados con anticipación conmueven y convencen al lector. Lo consigue gracias a los siguientes aspectos:
  • La equilibrada combinación de elementos cotidianos con otros extraños.
En el siguiente fragmento de El picnic de un millón de años, el primer párrafo trata de lo cotidiano y el segundo, de o desconocido. Ambos tienen casi la misma extensión:
“Por alguna razón, mamá sugirió la idea de que quizá toda la familia disfrutaría si iban de pesca. Pero las palabras no eran de mamá, Timothy lo sabía. Las palabras eran de papá y, por alguna razón, las había dicho mamá.
Papá restregó los pies en un montón de guijarros marcianos y se mostró de acuerdo. De modo que inmediatamente comenzaron el tumulto y los gritos y muy pronto el campamento quedó embalado en cápsulas y cajones.”          
  • La frase inicial aseverativa, generalmente directa, precisa. Veamos dos ejemplos de Crónicas marcianas:
“Trajeron cinco mil metros cúbicos de madera de pino de Oregón (…)”
“Un minuto antes era invierno en Ohio.”


2  El traspaso temático

Un procedimiento productivo de los cuentos de Bradbury es la perfecta y sutil concatenación de temas en un mismo relato. Podemos ver un ejemplo en La fruta en el fondo del tazón, donde consigue el traspaso del asesinato a la locura como vía de eliminación de la culpa. Lo hace de la siguiente manera:

1    Sustituye palabras de un campo semántico para aplicarlas a otro. En el fragmento siguiente emplea:
·        escultor por asesino
·        apretando, retorciendo, remodelando, no cambian el sentido, pero sí de objetivo: no son actos de un escultor, sino de un criminal.
Nunca había pensado en ser escultor, y sin embargo, en este momento, mirando entre sus manos el cuerpo tendido en el pulido piso de madera, advirtió que apretando, retorciendo, remodelando de algún modo la arcilla humana, había trasformado a este hombre llamado Donald Huxley, le había cambiado la cara, y hasta la forma del cuerpo.

2   Trabaja siguiendo un hilo conductor, que mantiene la atención del lector, y que corresponde a los dos temas: las manos. La mano y los dedos son, además, el elemento que le permite unir el presente del relato con la reconstrucción del pasado. Veámoslo:
·        El presente del relato:
Las manos se le movieron ante los ojos, flotando, volviéndose.
Las torció y retorció (…).
Eran manos comunes (…).
Pero no le interesaban las manos como manos (…) sólo le interesaban las puntas de los dedos.
·        La reconstrucción del momento anterior al crimen:
Un dedo en el timbre de Huxley. La puerta de Huxley se abre.
·        La preocupación por las numerosas huellas delatoras y el consecuente camino hacia la locura:
Había cometido el error inicial de no llevar guantes.
“Con los guantes puestos, Acton volvió a la sala y se arrodilló en el piso, y se puso laboriosamente a la tarea de limpiar cada maldito centímetro infectado.”
“(…) como desconocidos, sus dedos enguantados se movían ya sobre la pared.”
“Lo encontraron en el altillo frotando los viejos baúles (…).”


3   Alterna el narrador en primera y en segunda persona, en un soliloquio, como disociación del yo narrador:
“¿Apostarías?”/ “Apostaría”


Fotograma de “Fahrenheit 451”, película basada en la novela homónima de Ray Bradbury

sábado, 2 de marzo de 2013

Técnicas y temas del oficio – El diario íntimo/ 2 – Taller de textos


TALLER DE TEXTOS

Hay muy distintas maneras de abordar las páginas de un diario; practiquemos algunas de ellas.



Propuesta 1: Fechar

Escribir la página de un diario fechado de la siguiente manera:

   26 de enero
   31 de enero
   4 de febrero
   28 de abril
   30 de abril
   1 de mayo

Propuesta 2: Doble registro

  1      Escribir lo que siente un personaje ante la agonía de su padre y lo apunta en un cuaderno
 
  2      Escribir la escritura imaginara en su diario, que hace el padre que está agonizando y tiene a su hijo frente a él, pero no puede decirle nada.
 

Propuesta 3: Imaginar

Imaginar a Henry James a partir de los fragmentos de su diario señalado en este apartado.


Propuesta 4: Impresiones

   Comenzar a escribir un diario con las primeras impresiones de la mañana

  1      23 de agosto: hoy hace más calor que ayer. El reloj se paró a las tres. Creo que tendré un mal día.
 
  2      24 de agosto: esta mañana me siento entumecido.

Propuesta 5: Interrupción

Contar lo que le ocurre, dice, piensa y anota un joven que está sentado escribiendo su diario y es continuamente interrumpido por:

1        insectos voladores que le pican;
2      su madre para preguntarle cuestiones de la casa y la comida;
3      su hermano menor;
4      su abuelo para interesarse por lo que está haciendo;
5       la radio del vecino de enfrente.


Propuesta 6: Recordar

Recordar un día concreto de la infancia, ponerle título y escribir todo lo que ocurrió.
Por ejemplo:

Un día en la escuela – 1970

En la escuela me robaron el sitio en la fila para subir a clase y tuve que empujar a Elia para que caminara más deprisa. Se cayó y se hizo sangre.
Me castigaron sin recreo. Tuve que quedarme en clase estudiando. Me quedé un ratito dormidita y el profesor me pegó en la cabeza con la regla.
Mamá vino a buscarme a la puerta del colegio de muy mal humor. Me riñó por estar sucia, por ir despeinada y por haber empujado a Elia (…)