sábado, 9 de febrero de 2013

Técnicas y temas del oficio – El diario íntimo/2 – Parte 4


Los diarios elaborados

Emplear el diario íntimo como un punto de vista desde el cual el narrador protagonista cuenta los hechos, según el estilo fragmentario correspondiente, es elaborar un texto literario para un público lector.
Así, en Diario del artista seriamente enfermo, Jaime Gil de Biedma dice:

“He tomado la costumbre de escribir en este cuaderno… Me pongo a él con verdaderas ganas de escribir, pero sin saber por qué… Me importa el desahogo.”

Se observa un discurso aparentemente espontáneo. Decimos aparentemente porque, en realidad, está elaborado con esa intención. Lo mismo ocurre en Los monederos falsos, la novela de André Gide. Allí, el autor a veces es omnisciente, lo explica todo; otras veces su omnisciencia es parcial; en algunas partes hace que la historia sea contada a través del diario de uno de los personajes. Consideramos que la de Gide es una novela que todo amante de la escritura debe conocer.

Otra variedad es la elección del diario como mecanismo para hacer más creíble una historia increíble como las de la ciencia-ficción. El ejemplo es Diarios de las estrellas, de Stanislav Lem, cuyo argumento gira en torno a un viaje imaginario.

Hacer avanzar la narración a través de un personaje que escribe un diario, es emplear un enfoque, un ángulo desde donde se cuenta pero no con una voz que enuncia los hechos. (1)

(1) Nota personal: yo esta frase la completaría así “…pero no con una voz que enuncia los hechos, sino con la voz de alguien cercano, casi conocido, que nos susurra al oído o nos mira a los ojos mientras habla…”

También en cine tenemos diferentes ejemplos donde se desarrolla el tema del diario. Muestra de ello son los filmes siguientes: Caro Diario, de Nanni Moretti, Henry & June, basado en los Diarios de Annaïs Nin, y Diario de un ama de llaves, de Buñuel


Las vías de experimentación

Por último, veamos las posibilidades del diario íntimo como espacio para desarrollar diversos modos de escribir.


El diario literario

Este apartado incluye los diarios publicados de escritores y los diarios incorporados a novelas. Estos últimos, generalmente, intentan hacer la novela -o el cuento, cuando se trata de este género- más creíble para el lector. Siempre están escritos desde el punto de vista del narrador protagonista en primera persona. También se puede utilizar la perspectiva del diario para indicar una época o un espacio de tiempo y evitar la explicación.

El diario no literario

Se trata del diario íntimo personal, que funciona como interlocutor imaginario o contenedor de nuestros secretos.


El diario como registro o cajón de sastre

A menudo imprescindible para el escritor, está entre el diario íntimo literario y el no literario.

¿Cómo se confecciona?
Se apunta tanto:

  • lo trivial, lo que creemos tan conocido que ni siquiera tomamos en cuenta. Por ejemplo, “marzo 2, las dos escaleras del metro, la mecánica y la normal”;

  • lo que rescatamos porque es diferente. Por ejemplo “marzo 2, un hombre con media barba afeitada me miró”.

¿Cómo se utiliza?
Las posibilidades son muchas y dependen de cada usuario. Pero señalamos algunas que amplían nuestra práctica:

1    Reflexionar acerca de nuestras anotaciones sobre lo trivial y extraer, de cada una de ellas, alguna observación particular. Por ejemplo, retomamos la anotación de las escaleras y agregamos “Viven pegadas”.

En algún momento podremos aprovechar esta observación como comparación, para una descripción, etc.

Los pasos son:

  • apuntar una observación que de tanto verla nos resulte trivial;
  • agregarle una reflexión que la destaque;
  • incluirla en un texto

2   Contaminar la anotación hecha en una fecha con otra fecha en otro momento. De la contaminación, probablemente, surgirá material para un texto o el texto entero.


Recapitulando…


1    Lo que caracteriza al diario como tal es el registro espontáneo.

2   Está escrito por un narrador protagonista, en primera persona, que expone y se expone al registrar también sus secretos.

3   Algunos escritores llevan un diario como un “acto de vida”: el registro como descarga.

4   El diario íntimo es un interlocutor imaginario.

5   Los diferentes tipos de diarios tienen un esquema similar: exposición fragmentaria por marcas temporales y discurso espontáneo.

6   El diario puede usarse como método para evitar la página en blanco.

7      Registrar lo trivial y buscar su significación es tarea del escritor.

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