El párrafo
Organizar el texto en párrafos
facilita el trabajo del escritor, hace posible que coincidan al máximo el
pensamiento y la escritura, que suelen marchar a destiempo.
Hay diferentes técnicas que nos
permiten ligar de diferentes maneras las frases que constituyen el párrafo. En la
Edad Media , la unidad de composición era la
frase; como se empleaba el pergamino y era muy caro, no se dejaban blancos -no
se dividía en párrafos-.
Se puede decir que los párrafos
sostienen el texto tal como los cimientos son la base de un edificio.
En este apartado veremos cómo se
organizan y cómo se construyen, los aciertos y los errores más comunes.
Relacionar el párrafo con la idea y con el conjunto de ideas es fundamental
para dominar este tema.
Como una mano
El párrafo, o parágrafo,
se puede definir como cada una de las divisiones de un escrito que termina con
punto y aparte. Cada párrafo debe tener una unidad de información completa.
Por lo tanto, un párrafo
corresponde a una idea o a una serie de ideas complementarias que dependen de
una principal.
Ann Berthoff lo compara
con una mano que sostiene un cierto número de objetos. Puede ser un solo objeto
o varios. Si son varios, dependerá de qué clase de objeto se trate y la mano
cambiará de forma. No es lo mismo coger un lápiz, cuatro ciruelas, el teléfono
o un ramo de flores. En la mano contamos con el pulgar para que se convierta en
asidero. Lo mismo ocurre con el parágrafo; para que pueda sustentar más de una
idea debe contar con el pulgar que es la idea dominante. Depende de cuántas y
cuales sean las ideas complementarias y el párrafo se construirá de una u otra
manera. La idea principal funciona como síntesis con la que se conectan las
restantes.
Párrafo
Clases de escritos
Aunque podremos trabajar
con el párrafo de forma similar en todos los casos, es bueno saber que los
textos suelen responder a diferentes tipos:
- Expositivos
- Argumentativos
- Narrativos
Expositivos
Son los que ofrecen
información, como la mayoría de los textos científicos, noticias periodísticas,
etc. En ellos es importante destacar los detalles relevantes, y precisar la
idea central y las explicaciones correspondientes.
Ejemplo:
La policía detuvo el martes a cuatro
empleados de Correos destinados en la sede de este organismo en el aeropuerto
de El Prat que presuntamente se quedaban con el dinero en efectivo que se
enviaba al extranjero a través de cartas certificadas, principalmente por parte
de inmigrantes ilegales.
El País
Argumentativos
El escrito argumentativo
debe crecer temáticamente, mantener el interés del lector al que se le va
llevando hacia lo que queremos demostrar o explicar: convencerlo o explicarle
es nuestro objetivo, cuya eficacia depende de cómo construyamos y organicemos
los párrafos.
Ejemplo:
Los inmigrantes ilegales han sufrido
un revés. ¿No es acaso ya bastante carga trabajar sin poder legalizarse como
para que además se les robe alevosamente el dinero tan duramente conseguido?
Narrativos
En el texto ficticio,
narrativo, lo más importante es contarle algo al lector: conmoverlo o
inquietarlo porque le insinuamos algo, no le informamos.
Ejemplo:
Ricardo recibió una carta en la que
su madre le decía que no le había llegado el dinero y le preguntaba si ya tenía
los papeles en orden.
En los párrafos
precedentes la situación es la misma. Sin embargo, en el primero se nos informa
de los hechos mediante una noticia periodística; en el segundo, hay un narrador
que argumenta a favor de uno de los aspectos de la información; en el tercero,
la información nos llega a través de un narrador que organiza los datos de la
realidad para crear una cierta intensidad en lo narrado.
En el primero, enseguida
nos enteramos a qué causa se debía que el dinero no llegara a su destino; en el
segundo, el autor argumenta a favor de los inmigrantes; en el tercero, es
posible que se tengan que emplear muchas páginas, tal vez una novela, hasta que
nos enteremos de lo mismo.
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