martes, 31 de julio de 2012

Técnicas y temas del oficio – La autobiografía – Parte 3



Combinar lo real y lo ficticio

      “Quería tan sólo intentar vivir aquello
      que tendía a brotar espontáneamente de
      mí. ¿Por qué habría de serme tan difícil?”

Estas palabras, escritas como epígrafe de Demian, de Hermann Hesse, indican que lo que se va a contar es la historia de una vida: ¿la vida de quién? ¿del personaje real, Hesse?, ¿o del personaje imaginario, Demian? La respuesta podría ser: es la autobiografía de Demian-Hesse. Y comienza diciendo en el prólogo:

“Para contar mi historia he de empezar muy atrás. Si me fuera posible, debería retroceder aun mucho más, hasta los primeros años de mi infancia, e incluso más allá, en la lejanía de mi ascendencia.
Los poetas, cuando escriben novelas, suelen hacer como si fuesen Dios mismo y pudieran abarcar con su mirada toda la historia humana, comprenderla y exponerla como si Dios mismo la relatase, sin velo ninguno, revelando en todo momento su más íntima esencia. Yo no puedo hacerlo así, como tampoco los poetas.”

Este pasaje nos sugiere varias ideas:

Primer párrafo:
En lugar de iniciar el texto de la manera tradicional: “Nací…”, lo hace expresando lo que debería hacer y no hace.

Segundo párrafo:
Emplea una reflexión general para referirse a su vida personal. O sea, el juego entre lo singular y lo universal es un dispositivo productivo en su caso.

Luego, el primer capítulo comienza cuando tenía diez años en su casa paterna.
Por lo tanto (y si bien de hecho se o hace inconscientemente), a la hora de escribir, un método válido puede ser incorporar a la vida del personaje inventado aspectos de nuestra propia vida y darle forma de autobiografía.


Los matices

Con el esquema de la autobiografía se pueden conseguir diferentes tipos de textos. De acuerdo a cómo se rellene el esquema, tendremos cuentos de tipo policial, fantástico, erótico, humorístico, etcétera.
Para comprobarlo, podremos partir del siguiente esquema:

·  Nací…………
·  En la escuela…………
·  Protagonicé…………
·  A los veinte años…………
·  Fue cuando conocí a…………

La lista podría continuar de acuerdo a las necesidades del relato.

Los textos resultantes podrían ser los siguientes. Constituyen la base para un futuro relato, por lo tanto se tienen que ampliar con nuevos datos entre cada uno de los ya establecidos.

Texto A (tendencia fantástica)

·  Nací con la cara completamente gris.
·  En la escuela me deslumbraron las matemáticas: resolvía las ecuaciones sin mirarlas.
·  Protagonicé tiempo después una epidemia de bostezos.
·  A los veinte años me convertí en jefe de los suspiros.
·  Fue cuando conocí a una mujer con la que suspirábamos a dúo y nos mirábamos como en un espejo, pues su cara era del mismo color gris que la mía.

Texto B (tendencia erótica)

·  Nací de una madre adúltera.
·  En la escuela seducía a los chicos de cursos superiores.
·  Protagonicé un concurso de labios carnosos y lo gané.
·  A los veinte años no podía vivir sin un hombre.
·  Fue cuando conocí a Madame Coquet.



Recordar
La estructura de la autobiografía se caracteriza porque los datos que la componen están en orden cronológico.
·  Núcleo central:
Lo más importante en la vida del personaje.
·  Autobiografía real:
Es más limitada. Obliga al autor a ceñirse a lo ocurrido.
·  Autobiografía ficticia:
No impone limitaciones. El autor inventa el guión de una vida.


viernes, 27 de julio de 2012

Técnicas y temas del oficio – La autobiografía – Parte 2


Tipos de autobiografía

De acuerdo a las características planteadas, la autobiografía es un forma utilizada tanto por individuos que quieren transmitir al mundo las vivencias de su vida, tanto como un procedimiento narrativo del que se puede echar mano en un cuento o en una novela.
Si se trata de un cuento, que como vimos tiene características opuestas, deberá integrarse a la estructura del cuento. En consecuencia, la hilación cronológica tendrá que sostenerse con cierta intensidad.
Veamos las dos vertientes fundamentales de la autobiografía:

  • Real
  • Ficticia


La autobiografía real

Es la vida de alguien contada por él mismo. Como ejemplo, transcribimos un fragmento del libro titulado Autobiografía, de Sigmund Freud:

 “Nací en el año 1856, en Freiberg (Moravia), pequeña ciudad de la actual Checoslovaquia. Mis padres eran judíos, confesión a la que continúo perteneciendo. De mis ascendentes por línea paterna creo saber que vivieron durante muchos años en Colonia; emigraron en el siglo XIV ó XV hacia el Este, obligados por una persecución contra los judíos, y retornaron luego en el siglo XIX a través de Lituania y Galitzia, estableciéndose en Austria. Cuando tenía yo cuatro años me trajeron mis padres a Viena, ciudad en la que he seguido todos los grados de instrucción.
En el Gymnasium conservé durante siete años el primer puesto, gozando así de una situación privilegiada y siéndome dispensados casi todos los exámenes. Aunque nuestra posición económica no era desahogada, quería mi padre que para escoger carrera atendiese únicamente a mis inclinaciones.”

Como se puede observar, después de algunas consideraciones previas referentes a la obra que aquí no incluimos, organiza el comienzo de la autobiografía propiamente dicha de acuerdo al siguiente orden:

  • Año y lugar de nacimiento
  • Origen religioso
  • Origen genealógico
  • Lugar de formación intelectual



Después entra de lleno y exclusivamente en el aspecto, pues su vida está ligada de modo indisoluble a la historia y las circunstancias que rodearon al movimiento psicoanalítico fundado por él.
La organización precedente es la forma típica de una autobiografía real. O sea: año y lugar de nacimiento, antecedentes familiares, circunstancias de la infancia y la adolescencia, y vida profesional.


Nota personalme da la impresión de que faltase algo entre “circunstancias de la infancia y la adolescencia” y “vida profesional”… ¿A vosotros no?


La autobiografía ficticia

La autobiografía ficticia siempre tiene algún punto de contacto con la real. Sin embargo, es diferente. Es más, de alguna manera, es lo contrario. Lo es desde el punto de vista del que la escribe. Mientras que, tal como lo hemos comprobado, la autobiografía real se ciñe a los datos ocurridos en la vida de su autor, la autobiografía ficticia es evidentemente inventada. Por lo tanto, otorga la libertad total al autor.
Incluso existen poemas escritos en base a los cánones de la autobiografía. Precisamente Autobiografía es el título de un poema de Jaroslav Seifert. Éste está constituido por seis partes organizado de la siguiente manera:

  1. Habla de su madre
  2. Habla de su nacimiento
  3. Compara la vida de su madre con la suya
  4. Recuerda momentos
  5. Expresa sus preferencias
  6. Se refiere a lo apresurado de su vida y anticipa su muerte.

Lo hace de un modo sugerente y no explicativo, puesto que se trata de un poema; sin embargo, respeta la atmósfera testimonial de cualquier clase de autobiografía.
Como ejemplo, veamos la segunda estrofa:

      Cuando yo nací
      parece que una mariposa entró por la ventana
      posándose en la cabeza de mi madre;
      mas al tiempo en el patio ladró un perro
      y mi madre lo tomó por un mal presagio.

miércoles, 25 de julio de 2012

Técnicas y temas del oficio – La autobiografía – Parte 1


La autobiografía

El texto literario tiene ventajas sobre los meros textos de archivo. El primero está siempre vivo; los segundos, fosilizados. ¿Cuál es el límite entre el testimonio y la ficción en una autobiografía? En literatura es una utopía la copia de la realidad. Por lo tanto, por más exacta o cronológica que sea, la autobiografía es también un fenómeno correspondiente a la ficción. Se dice que toda obra de arte, aun la más absurda, tiene algo experimentado por su autor. Podemos encontrar elementos autobiográficos en una novela, un poema o una escena teatral. Pero aquí no nos referiremos a esos aspectos, sino a la autobiografía como la ficción en la que el propio personaje nos cuenta su vida.


El término “autobiografía”

La autobiografía es, desde un punto de vista simplista, la vida de una persona escrita por ella misma.
¿Por qué decimos autobiografía?
Porque apelamos a ciertos caracteres tales como los siguientes:

·  Identificación
En la autobiografía el autor, el narrador y el héroe se identifican en el relato. Es decir que la persona central habla de su propia vida y se mete en escena como personaje principal.

·  Totalidad
Contrariamente al diario íntimo, donde se cuentan fragmentos de cada día, en la autobiografía el autor recuerda toda su vida por orden cronológico, comenzando por su infancia. Se esfuerza por conseguir una síntesis y demostrar cómo el personaje principal, el autobiografiado, legó hasta un punto determinado.

·  Sinceridad
La autobiografía es una variante seductora para muchos lectores. En el planteamiento y la presentación del protagonista, el autor promete veracidad: le dirá al lector sólo la verdad y nada más que la verdad. Y para muchos lectores creerlo, aun sabiendo que es una mentira más de la ficción, resulta tentador.



“Lo que hago es tomar ciruelas reales y ponerlas en un pastel imaginario”
Mary Mc Carthy




La estructura

¿Cómo se construye una autobiografía?

No es el argumento, lo principal del conjunto; por lo tanto, carece de ese marco tradicional del relato. Está constituido por escenas casi enteras en sí mismas. Para su construcción recurrimos, igual que en las biografías, a toda clase de documentos que aporten datos al protagonista, o hagan la autobiografía más creíble para el lector. En este sentido, tienen un punto de contacto con las memorias.

Entonces:

Autobiografía

·  No importa el argumento.

·  Es importante el hilo cronológico.
(Vida del personaje central desde su nacimiento hasta el momento del relato.)

·  Es importante la documentación correspondiente a la información que se vaya dando paulatinamente acerca de la vida narrada.

·  Constituida por:
Una enumeración de escenas. Las escenas que se suceden responden a una serie de hechos concretos e informaciones. Dentro de esta serie, a veces cobra importancia el entorno. No se trata de un hecho único que crece y se transforma.

En este sentido:


autobiografía se opone a cuento


Pues:


·    en la autobiografía
importa más el personaje que el acontecimiento

·    en el cuento
importa más el acontecimiento que el personaje


miércoles, 18 de julio de 2012

Secretos y recursos de la creatividad – Explorar el territorio de la imaginación – Parte 4


TALLER DE TEXTOS

Practicar los ejercicios que proponemos a continuación nos permitirá entender que la imaginación tiene un potencial inagotable.

Propuesta 1 – Sorprenderse

Descubrir lo extraño en lo cotidiano a través de la observación, sacar de contexto o encontrar otra utilidad a los objetos, personas, gestos.
Mirar como si fuese la primera vez las siguientes sugerencias e intentar descubrir en ellas algo insólito y construir un texto.


     
            1 Objetos
            Una radio, una lámpara, un dedal, una servilleta, una pipa.

     
            2 Personas
            Una embarazada, tu madre, una abuela, un bebé, un quiosquero.

     
            3 Gestos
            Un estornudo, un guiño, toser, rascarse, cojear.


Propuesta 2 – Visionar

Imaginar las visiones internas de un fotógrafo mientras enfoca a la modelo.


Propuesta 3 – Ideogramas

Escribir a partir de, por lo menos, tres de los siguientes ideogramas:




Propuesta 4 – Camino

     
            1 Inventar un camino que una los siguientes puntos y narrar dicho recorrido


     
2 Agregar otro camino que se cruce con el anterior y que esté narrado siguiendo el siguiente recorrido



Propuesta 5 – Conjeturar

Conjeturar acerca del siguiente texto:

Hoy llegan ustedes, después de tanto exilio.

Estoy en el aeropuerto.

Más fuerte que los motores ruge mi emoción.

Los espero.

Una lágrima borronea mi mejor recuerdo. No sé si mis brazos han de alcanzar para un abrazo semejante. Mi corazón sonríe solo y mi presente levanta el vuelo.

lunes, 16 de julio de 2012

Secretos y recursos de la creatividad – Explorar el territorio de la imaginación – Parte 3




Las visiones

Imaginación tenemos todos naturalmente. Pero provocarla o practicarla es aprender diferentes mecanismos de conversión.
Nuestra arma fundamental es la visión. De hecho a quienes escapan de la realidad diciendo que hay lo que no hay, se les suele alertar:

“Tu ves visiones”

La podemos dividir, para nuestros fines, en interna o externa.

Cuando hablamos de visión interna, nos referimos a las visualizaciones.

Cuando hablamos de visión externa, nos referimos a los modos de observar.


     
   1  Las visualizaciones

            Visualizar es, en cierto modo, sinónimo de imaginar.

No son pocos los que dedican unos minutos o más a la meditación y dejan pasar por su mente lo que luego llevarán y continuarán en el papel.

Hay visualizaciones dirigidas que podemos practicar a partir de historias mínimas. Se trata de cerrar los ojos y ver esa situación para luego dejarse llevar por lo que aparezca de modo inesperado.

Por ejemplo:

Visualización dirigida a partir de:

Estoy a la orilla de un lago. Junto a un árbol veo un manojo de llaves y un trozo de espejo. El lago está sereno. A lo lejos, de una chimenea sale un humo negro. Son las cuatro de la tarde. Hay sol.


     
   2  Modos de observar

Al observar algo real, la idea es detenerse hasta que podamos convertirlo en algo imaginario.

            Para ello se puede:

                        Compararlo

                        Tergiversarlo

                        Trastornarlo

                        Etc.



“Dar como un todo suficiente un complejo de relaciones fantásticas en as que consiste la propia percepción de la realidad”

Cesare Pavese





Atravesar lo real



Valorar una novela o una película porque “refleja la realidad” es una equivocación. La realidad no está organizada con un sentido estético, la película o la novela sí. Y ese sentido hace que se trate de dos materias no opuestas, pero sí muy diversas.
Teniendo en cuenta esta aclaración, hablamos de atravesar lo real en lugar de imitarlo. Así lo hizo Picasso, cuyo Guernika es más “real” que cualquier fotografía de la matanza porque destaca a través de la fragmentación del estilo cubista el horror mediante la composición de los detalles.



Debido a que el hecho estético crea una nueva realidad, cada elemento del cuadro está relacionado con la totalidad y nos dice más que lo que muestra.

Así lo explica Octavio Paz:
“Le debo a la fotografía una de mis primeras experiencias artísticas. Fue en mi adolescencia y la experiencia está asociada a mi descubrimiento de la poesía moderna. No era difícil reconocer en una de aquellas imágenes (se refiere a tres fotos de Álvarez Bravo) a las hojas de una planta del patio de mi casa, ni en las otras dos al tronco del fresno y a la cortina del estudio de uno de mis profesores. Al mismo tiempo, aquellas fotos eran enigmas en blanco y negro, callados pero elocuentes: sin decirlo, aludían a otras realidades y, sin mostrarla, evocaban a otras imágenes. Cada imagen convocaba, e incluso producía, otra imagen. Así, las fotos de Álvarez Bravo fueron una suerte de ilustración o confirmación visual de la experiencia verbal a la que me enfrentaban diariamente mis lecturas de los poetas modernos: la imagen poética es siempre doble o triple. Cada frase, al decir lo que dice, dice otra cosa. La fotografía es un arte poético porque, al mostrarnos esto, alude o presenta a aquello.”





 Método para escribir un cuento

Cada escritor tiene su método para escribir un cuento. El vasco Bernardo Atxaga tiene múltiples ideas y métodos como el que transcribimos a continuación, y que él ha llamado
Método para escribir un cuento a vuelapluma.
Va dirigido humorísticamente a los escritores que buscan la velocidad y son poco amigos de tachaduras y notas al margen:

“Una vez relajados, con los folios numerados y la pluma estilográfica en la mano, observamos con atención.
¿Qué se ve desde la ventana? (…) ¿Algún parque? ¿Se ve algún parque? ¿Se ve quizá una ría que, viniendo del mar, acaba adentrándose en la parte baja de una ciudad?
Imaginemos que eso es lo que vemos (…) De todas formas vamos a mantenernos en posición contemplativa durante un buen ato (…) En ese momento hay que aprovechar la concentración, identificarse con la pluma y ponerse a volar con ella (…)
Hay cosas que se mueven o parecen moverse, Y el que más se mueve de todos es un anciano que brinca una y otra vez y parece bailar una jota. Reflexionemos un poco, concentrémonos un poco más: ¿qué hace en realidad ese anciano? ¿Intenta entretener al nieto que, posiblemente, se ha puesto a llorar en su cochecito?
De acuerdo, no es fácil (…) Dos o tres fracasos no nos deben preocupar, la gloria de la literatura a vuelapluma corresponde a los fuertes, a los incansables, a los voluntariosos (…) Hay gente que lo ha conseguido en el decimoséptimo intento.”





Recapitulando…


1  La imaginación es la mejor arma del escritor.

2  Practicar, transformarse en otro sujeto u objeto, y sentir cómo sentiría ese sujeto particular o ese objeto elegido.

3  Después de imaginar, conjeturamos para desfogar la imaginación.

4  Conjeturar sobre lo que ocurre a nuestro alrededor para obtener material literario.

5  Descubrir otras formas a partir de las reales, para obtener una doble visión de las cosas.

6  Ver lo familiar como extraño y lo extraño como familiar.

7  Examinar la construcción de las palabras para encontrar en ellas otras palabras.

8  Es conveniente practicar tanto la visión interna (visualización) como la externa (observar y transformar).

lunes, 2 de julio de 2012

Secretos y recursos de la creatividad – Explorar el territorio de la imaginación – Parte 2


Practicar la visión doble

La visión simple es lo que la vista física nos permite ver. Una nube es una nube, una flor es una flor, una mancha de tinta es una mancha de tinta, etc.
La visión doble es descubrir otras formas en las formas reales. Una nube podría ser un rebaño de ovejas; una flor, una escalera; un árbol seco, un hombre; un hombre, un árbol; una mancha de tinta, una bailarina, etc.
Hay un personaje de la literatura universal conocido por todos, don Quijote, que Cervantes construye en gran medida utilizando para él lo que aquí llamamos visión doble, evidente en episodios tales como la aventura de los molinos de viento:


            “-¿Qué gigantes? –dijo Sancho Panza.
-Aquellos que allí ves –respondió su amo- de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.

-Mire vuesa merced –respondió Sancho- que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas de viento, hacen andar la piedra del molino.

-Bien parece –respondió don Quijote- que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.”


Lo que hace don Quijote convencido nos conviene como dispositivo para imaginar.


La sugerencia:
Comenzar buscando formas en las manchas de tinta. Al echar unas gotas sobre un papel y doblarlo, la tinta se expande en extrañas figuras. Convertirlas en mapas, en ciudades o en lo que se “vea” y escribirlo.



La visión fuera de foco

Trastocar las maneras de ver. Volver conocido lo extraño y extraño lo conocido son muy buenas metas para imaginar.

En el mundo de lo cotidiano, volver extraño lo conocido es mirarlo como si fuéramos seres de otro planeta. De este modo veremos las cosas como no las habíamos mirado antes. Conseguiremos asombrarnos ante una cucharita o ante un autobús.
Sin noticias de Gurb, la novela de Eduardo Mendoza, cumple a la perfección con esta idea y logra mostrarnos las cosas como si las viéramos por primera vez.
En los Escenarios fantásticos, de Joan Manuel Gisbert, hay un elemento extraño incluido en un lugar de la narración sin explicarlo y dándole una función:

“Mi nombre es Demetrius Lapotec. Tienen ante ustedes al único especialista mundial capaz de resolver el extraño caso de la fábrica aparecida. ¡Soy un domador de espejismos!”


La visión fuera de foco implica, como decíamos, trastocar las maneras de ver. Se le puede practicar a partir de cualquier figura geométrica. Desenfocarlas puede ser otro modo de alimentar nuestro mundo creativo:

            ¿qué se ve si se mira fijamente un triágulo?

            ¿y un círculo?

            ¿y un cuadrado?

            ¿y si desenfocamos una pirámide?



La sugerencia:
Recorrer la zona donde vivimos “redescubriendo las cosas” y apuntando cada observación imaginaria.



Mirar palabras

Como hechos materiales y concretos, las palabras son también en este apartado un campo fértil para explorar.
Cada una está constituida por fragmentos de otras. Si las miramos desde este ángulo encontraremos palabras inesperadas e ideas como por arte de magia.
Podemos trabajar con la pizarra o con una cartulina lo más grande posible. Apuntamos unas pocas palabras, algunas de ellas alejadas entre sí y otras en parejas o tríos, de la siguiente manera:

redescubriendo el mundo (trío)                paraguas
autónomo                  les                   tesitura
revolver                    tres diarios (pareja)            opino


   
Encontramos palabras o ideas inesperadas:


redescrubriendo el mundo produce:
redes crubriendo el mundo

autónomo    les    tesitura, producen combinadas:
auto/ no molestes

tres diarios produce:
tres días
días en el río
tres ríos

paraguas es
para el agua

Etc……


Se podría continuar combinando todas las palabras del cuadro