viernes, 8 de junio de 2012

Técnicas y temas del oficio – El narrador (4 de 4) – Parte 2


La verosimilitud de la primera persona

El escritor José María Merino dice, refiriéndose a la narración en primera persona, que a él le resultó fascinante, en su época de lector ingenuo, identificarse con protagonistas tales como aquel que dice: “Pues sepa vuestra merced antes todas cosas, que a mi llaman Lázaro de Tormes, hijo de Tomeo González y Antona Pérez,…”; o aquel otro: “Nací en el año 1632, en la ciudad de York, de una buena familia…”; o: “Llamadme Ismael, si queréis. Hace algunos años -¿para qué precisar más?- encontrándome sin blanca en el bolsillo y no teniendo nada que hacer en tierra…”; o el que para él es el más hermoso de todos: “El squire Trelawney, el doctor Livesey y algunos caballeros me han indicado que ponga por escrito todo lo referente a la isla del tesoro,…”


Él decidió que su personaje fuese autor de una crónica, hacia el final de una de las novelas de su trilogía, para llevar a cabo una estilización del lenguaje de la época y el mejor ejemplo que encontró fue el empleado en la mayor parte de las Crónicas de Indias. Por otra parte, le resultó apropiado para expresar con espontaneidad y capacidad de inmediata comunicación los sentimientos del personaje, un muchacho envuelto en temibles y sanguinarios sucesos. Su obsesión por la verosimilitud lo llevó a subtitular estas novelas como Crónicas de las aventuras verdaderas de Miguel Villacé Yótotl.



Las variantes

Los motivos por los que se elige el narrador protagonista son diversos. Sea cual fuere el motivo, el saber del narrador es siempre parcial: sabe únicamente lo que puede ver desde su yo personal; de ahí que se trate de una visión limitada





“Es necesario renunciar a la majestad de la irresponsable cualidad de autor; mostrar a los personajes como viéndose en un juego de espejos”


Henry James



Las posibilidades de su empleo son varias.

1 Protagonista principal
El personaje central narra su propia historia:

“No sé cuánto rato permanecí sentada en la banqueta, respirando el aire enrarecido del desván, sin importarme ya la posibilidad de ser descubierta, pasando de la tristeza a la indignación, del abatimiento a la rabia.”

Cristina Fernández Cubas
El Columpio

2 Protagonista secundario
El narrador cuenta la historia de otro personaje, participa de los acontecimientos, pero la figura a través de la que se desarrolla el relato es otra. Ya lo vimos en el ejemplo anterior de El Gran Gatsby.


3 Protagonista epistolar
Es la transcripción de una narración personal mediante una carta. Se usa el “yo” o el “nosotros”, pero se combina con el “tú”:

“Queridos piojos:
Yo soy amiga de Sara, no niña de mi colegio que os ha escrito antes. Después de la visita que le habéis hecho, yo creo que ella os habrá dado las gracias bien por carta o personalmente. Debéis saber que no soy amiga de Sara, sino que soy su mejor amiga. Además, Sara vive en mi misma casa, yo en el piso trece y ella en el octavo, letra B; mi letra es la C. Para empezar debo deciros que estoy bastante disgustada, aunque la verdad lo que estoy es algo triste. Veo que no os habéis acordado de mí para nada, y que, además, no os vais a acordar si yo no lo digo. Ya no quedan más niños ni más niñas de los que no os hayáis ocupado. Y de mí, nadie.
Se lo he dicho a mi madre y no me hace caso. Se ríe. Ahora no está, aun no ha llegado de su trabajo. No hay nadie. Estoy sola y por eso os escribo finalmente a vosotros, a los piojos; y si tienen un jefe, al jefe.”

Daniel Sueiro
Cuentos


4 Protagonista de diario íntimo
Es la transcripción de una narración personal hecha en forma de diario. Se usa principalmente el “yo” aunque también puede combinarse con el “tú”:

“2 de noviembre, domingo de Ánimas.
Por la mañana fui al camposanto a llevar al padre unas flores. He oído que en el cementerio hay una plaga de conejos. Me alegra por el padre. Así podrá entretenerse viéndolos corretear por entre las tumbas las noches de luna. Digo yo que así no se sentirá tan solo. Hace ya quince años que se marchó. ¡Cómo pasa el tiempo!
A la salida del camposanto tropecé con don Florián, el cura párroco del Carmen. Me interesé por su reuma y me dijo que en los otoños secos mejora. Volvimos por el paseo de cipreses hablando del padre.”

Miguel Delibes
Diario de un cazador


5 Protagonista de informe
Es la transcripción de una narración por un protagonista, referida a sí mismo:

“Documento de prueba anexo nº 2
(Se adjunta traducción inglesa del intérprete jurado Guzman Hernández de Ferwinck).
Yo, Alejandro Vázquez Ríos, presto juramento y digo:
Que nací en Antequera (Málaga) el día 1 de febrero de 1872, que ingresé en el cuerpo de policía en abril de 1891 y, como tal, desempeñé mis funciones en Valladolid, siendo ascendido en 1910 y trasladado a Barcelona, donde resido actualmente. Que abandoné el ya citado Cuerpo en 1920 pasando a ocupar un puesto en el departamento comercial de una empresa del ramo de la alimentación. Que durante el ejercicio de mi cargo de policía tuve ocasión de seguir de cerca los hechos que hoy se conocen como ‘el caso Savolta’.”

Eduardo Mendoza
La verdad sobre el caso Savolta


6 Protagonista de monólogo interior
Es la narración cuyo énfasis está puesto sobre intimidad, los pensamientos del protagonista. Dicha actividad puede estar vertida a través de un discurso lógico o uno prelógico.
Ejemplos:

Discurso lógico.
Una de las modalidades puede ser el soliloquio (personaje que habla consigo mismo):

“(…aunque haya tratado de encubrirlo, de callarlo, lo tengo presente, siempre presente; tras de meses de un olvido que no fue olvido cuando volvía a encontrarme dentro de la tarde aquella, sacudía la cabeza con violencia, para barajar las imágenes, como el niño que ve enredarse varias ideas al cuerpo de sus padres; tas de muchos días transcurridos es todavía el olor del agua podrida bajo los nardos olvidados en sus vasos de coralina, las lucetas…)”

Alejo Carpentier
El acoso

Discurso prelógico.
Emplea la libre asociación mental. Su modalidad puede ser el fluir de la conciencia:

“Si porque él no había hecho nunca tal cosa como pedir el desayuno en la cama con un par de huevos desde el Hotel City Arms cuando solía hacer que estaba malo en voz de enfermo como un rey para hacerse el interesante con esa vieja bruja de la señora Riordán que él se imaginaba que la tenía en el bote y no nos dejó ni un ochavo todo en misas para ella sola y su alma grandísima tacaña como no se ha visto otra con miedo a sacar cuatro peniques para su alcohol metílico contándome todos sus achaques tenía demasiado que desembuchar sobre política y terremotos y el fin del mundo vamos a divertirnos primero un poco Dios salve al mundo si todas las mujeres fueran así…”

James Joice
Ulises



Nota personal: para mí el ejemplo de narrador protagonista que utiliza Delibes en Diario de un cazador es quizás el mejor elegido y empleado. En mi opinión, no se puede ser más conmovedor, directo, gráfico e invitar a imaginarse al padre y a la manera en la que han vivido y viven el cazador y su familia con tan pocas palabras…

Nota personal: creo que un buen ejemplo de soliloquio (discurso lógico) también sería ‘la metamorfosis’, de Kafka, aunque sin duda tiene más componentes; y otro de discurso prelógico lo podemos encontrar en ‘idilio’, de Bennedetti

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