domingo, 6 de mayo de 2012

Técnicas y temas del oficio – El narrador (3 de 4) – Parte 2 de 5




Modos de mirar del testigo
  Observar
Notar
  Espiar
Descubrir
  Ojear
Revisar
  Advertir
Acechar
  Vigilar
Atender
  Divisar
Curiosear
  Otear
Avistar
  Contemplar
Husmear
  Distinguir
Cotillear
  Percibir
Examinar


Conclusión:
El narrador testigo puede ser un confidente, un espía, un observador, un informador, un delator, un agente, un camarógrafo, un curioso, un mirón, un espectador.

Plantearse:
Si elegimos cualquiera de los narradores anteriores, ¿cómo lo caracterizamos? Como interesado, desinteresado, perverso, crítico, miope, solemne, burlón, atrevido, etc. Entonces tendríamos: un delator miope, un espía burlón, un agente atrevido, y todas las demás combinaciones posibles..

En el segundo caso, el testigo habitual puede serlo desde fuera o estar metido en la situación. En Caballeros de fortuna, de Luis Landero, no sólo el narrador está allí, sino que forma parte de un grupo, “nosotros”, de observadores como él:

“Desde que se recuerde, nunca ha faltado aquí un grupo de observadores imparciales. En otros tiempos llegaron a ser más de treinta, pero ahora apenas somos media docena, y aquí nos pasamos las jornadas, alineados en un banco corrido de piedra y con los pies mecidos en el aire.
El forastero o el curioso no necesita observar si quiera las novedades que se producen a su alrededor; con vigilar los pies es suficiente. Si se mueven, es que algo está ocurriendo, y según el vaivén, así el tamaño del suceso; si enseguida vuelven a pararse, es que ha sido una falsa alarma.
La historia de este pueblo, como la de tantos, la han ido escribiendo las generaciones al ritmo de los pies. De tanto golpear, el banco tiene abajo una franja erosionada y sucia, y allí a su modo está esculpida, como en un bajorrelieve, la crónica ilegible y exacta de nuestro pasado cotidiano.”

Las dos opciones del narrador testigo

1Testigo impersonal

(describe lo que ve en un espacio determinado: el tren)








2Testigo nosotros


(cuenta desde una mirada que concentra todo un pueblo)







Las variantes

Son muchos y diferenciados los modos de ser testigo: se puede observar con un mayor o menor grado de compromiso, con más detenimiento o sin demasiado interés. Las diversas variantes que aquí presentamos nos aportan tanto un modo de mirar como un modo de pensar la realidad.

Narrador testigo presencial

Su visión es objetiva. Narra mientras focaliza la situación. A menudo lo hace en tiempo presente.

1. Como a través de una cámara fotográfica. Enumera lo que entra en el encuadre.

“La alcoba de los panaderos es de recia carpintería de saludable nogal macizo, vigoroso y honesto como los amos. En la pared lucen en sus tres marcos dorados iguales una reproducción en alpaca de la sagrada cena, una litografía representando a una Purísima de Murillo, y un retrato de boda con la Paulina de velo blanco, sonrisa y traje negro, y el señor Ramón de sombrero flexible, enhiesto mostacho y leontina de oro.”

Camilo José Cela, La Colmena

2. Como a través de una cámara cinematográfica.

- desde lejos
- desde cerca
- desde muy cerca
- enfocando un detalle
- abarcando un gran plano

Combinar más de una de las posibilidades anteriores es lo que generalmente se hace en el género narrativo cuando se emplea este tipo de narrador. La idea es acercar o alejar la cámara, de un modo imaginario, y así captar la realidad y transformarla en el texto. Cuando se emplea esta técnica, se producen relatos caracterizados por el movimiento.

Ejemplo:
“Tres niños caminan a lo largo de una playa. Avanzan, uno al lado del otro, llevándose de la mano. Tienen sensiblemente la misma estatura, y sin duda también la misma edad: una docena de años. El de en medio, sin embargo, es un poco más pequeño que los otros dos.
Aparte de estos tres niños, toda la larga playa está desierta. Es una banda de arena, bastante ancha, uniforme, desprovista de rocas aisladas como agujeros en el agua, inclinada apenas entre el acantilado abrupto, que parece sin salida, y el mar.
Ante ellos, una bandada de pájaros del mar zanquean en la orilla, justo en el límite de las olas. Progresan paralelamente a la marcha de los niños, en el mismo sentido que ellos, a un centenar de metros aproximadamente. Pero como los pájaros van mucho menos rápido, los niños se aproximan a ellos.”

Alain Robbe-Grillet, La Playa

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